viernes, 18 de noviembre de 2016

Ayamonte

   Hoy es el  17, las cartas muestran poco fondo en la aproximación a la desembocadura del Guadiana y la guia náutica avisa que la corriente por marea vaciante puede dificultar la maniobra. Hay dos posibilidades, la marina de Vila Real (que es Portugal) y el Puerto Deportivo de Ayamonte. La marina portuguesa tiene los amarres en el mismo río, y por esta razón dice la guía que la maniobra de acceso puede ser complicada. El Puerto Deportivo tiene bocana al río, pero es una dársena separada en cuyo interior no se nota la corriente, por lo que decido ir allí y ajustar los tiempos para llegar con marea alta, para lo cual tengo que salir de Mazagón sobre las 12, con la bajamar. Vigilo la sonda y compruebo que no hay problema de calado ni dentro del puerto ni en la ria de Huelva (lógico porque es el canal de entrada de los mercantes). El tiempo es excepcionalmente bueno, no hay viento, no hay olas, y me digo que va a ser una travesía descansada y aburrida, pero resulta que no. Al poner rumbo a Ayamonte paso entre los mercantes fondeados y oigo que me llaman por radio desde el Centro de Control del puerto de Huelva: Me piden que caiga  a babor para no cruzarme con un buque tanque que está iniciando la maniobra de aproximación a la ria. Lo hago y sigo. Todo va normal, solo que por la amura de estribor veo un objeto amarillo que no tengo claro qué es. y en la carta aparece unido a la costa por una serie de balizas de peligro, así que modifico rumbo para pasarlo desde el lado de mar. A los cinco minutos me vuelven a llamar del Centro de Control y me dicen que debo dejar un resguardo de media milla de la terminal del gasoducto, que puedo pasar por el lado de tierra. Nueva rectificación de rumbo, y sigo. Pero de relajarse nada: Esta costa está plagada de palangres, no se puede dejar la guardia ni un minuto. Más adelante dejan de verse palangres, me relajo un poco pero enseguida veo una marca de peligro, la carta indica una piscifactoría, pero no se ve nada. Echo un vistazo con los prismáticos y veo esto:



   Las boyas se extienden mar adentro hasta perderse de vista. Las rodeo por el lado de costa y sigo a rumbo. Al acercarme a la desembocadura del Guadiana aparecen docenas y docenas de barcas de unos cinco metros con un solo tripulante que suele estar ocupado lanzando redes o recogiendo pesca. Las voy sorteando hasta llegar a la primera marca de recalada:



   Voy aproximando la desembocadura del Guadiana y observo que las sondas son más que suficientes, pero ajustadas con marea baja. En esta foto se ve el lado portugués a la izquierda, al centro la ría y a la derecha Ayamonte:



   Voy entrando, siempre muy atento al navegador y la sonda y una vez en el río compruebo que hay corriente ascendente, todavía falta algo más de una hora para la pleamar. Voy cerca de la orilla portuguesa, donde hay más calado. Al pasar frente al Porto de Recreio do Guadiana tomo esta foto:



Delante de la bocana del Puerto Deportivo de Ayamonte la corriente es algo intensa y transversal, un acelerón y una vez dentro la maniobra de atraque es sencilla porque dentro del puerto no se nota la corriente, hay espacio y un marinero me está esperando.

   Ayamonte tiene un aspecto agradable, servicios (lavandería a cinco minutos, dos supermercados a un minuto, tapeo abundante, transbordador a Portugal), es un buen sitio para largas estancias. El Sábado cojo el transbordador y voy a Vila Real, que fué destruído por el gran terremoto del siglo XVIII y reconstruído según los principios de la ilustración:



    
   Como en uno de los sitios de la plaza: Estupada de atum, bacalhau a bras y vino portugés. Mañana a explorar el tapeo de Ayamonte.

   Ayer fuí en autobús a Faro, en Portugal. La ciudad vieja es un obligado estando por la zona.



 La ciudad nueva es moderna, los edificios han sido diseñados con gusto. Las calles peatonales son muy agradables, ya con la decoración de las próximas fiestas. Para comer, bacalhau místico. Cosas que me han llamado la atención en Portugal: El tono de voz, no es elevado como entre nosotros y esto hace que el ambiente sea más sosegado. El cambio de hora: A las 5.30 ya es de noche. La repostería, magnífica. Pero esto es el principio.


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